Sin prisa pero sin pausa, Bizum se ha ido comiendo el mercado de pagos entre particulares, y también lo ha hecho con el de los pagos online. Son cada vez más los comercios que aceptan estas transferencias rápidas como método de pago aceptado, tanto de forma presencial como online, pero hay que tener cuidado en el momento de realizar dichos pagos.
El caso de un cliente invidente en Petrer, en la Comunidad Valenciana, es uno de los más claros de cómo un simple error a la hora de marcar la cantidad a pagar (un error de una coma, más concretamente) puede causar un grave perjuicio ya que nos encontramos ante un caso de "tu palabra contra la mía". El cliente pagó 960 euros en lugar de los 9,60 euros que adeudaba, y el caso acabó denunciado ante las autoridades.
Más de 950 euros a causa de una coma
Aunque estamos acostumbrados a pagar con tarjeta de crédito en establecimientos que previamente teclean la cantidad en el TPV al que luego acercamos nuestra tarjeta, en el caso de Bizum el procedimiento suele ser al contrario. Se nos indica la cantidad a pagar y somos nosotros los que introducimos dicha cifra en el teléfono antes de enviar el dinero. Se puede hacer al método tradicional pero no todos los comercios están habituados a ello, así que se invierten las tornas. Y también la responsabilidad de los errores.
El error en la cantidad pasa a ser nuestro y no del establecimiento, lo que hace más complicado reclamar en caso de que se produzca un malentendido. Eso fue lo que ocurrió en la localidad de Petrer, como cuentan desde el medio Las Provincias. Un cliente invidente introdujo mal la cantidad a pagar en un bar de la localidad, causando que el dinero enviado pasase de los 9,60 euros que adeudaba a los 960 euros que al final pagó. Una diferencia más que sustancial. De 10 euros a casi 1.000.
Según cuenta el diario, el error fue detectado una vez el pago se había ya producido y el cliente solicitó inmediatamente una corrección al dueño del establecimiento. Dado que devolver un pago con Bizum es algo que se realiza en cuestión de segundos, la reticencia del dueño del establecimiento a ejecutarlo provocó que el citado cliente acudiese a las autoridades para notificarlo. Se indicó a la Policía Nacional que el dueño no tenía voluntad de hacer la devolución, y la denuncia quedó presentada.
La situación se dilató y complicó tanto que ahora todo está en mano de los Juzgados de Elda, otra localidad cercana. Algo, repetimos, que se podría haber solucionado en cuestión de segundos. Es probable que la consumición de 9,60 euros quedase registrada en el sistema del bar y que todo se solucione a favor del cliente. Pero si todo se hizo por el método clásico de calcular la cuenta de memoria, es posible que finalmente el bar se salga con la suya y el cliente realice el mayor pago de su vida por haberse tomado unas tapas.
Es por ello que hay que tener mucho cuidado a la hora de realizar este tipo de pagos pues una coma puede suponernos un importante desembolso económico que después tendríamos muchos problemas para demostrar. Todo se puede convertir en una disputa entre la palabra de una parte y la de la otra. Y ese caso podemos tener un problema bastante serio. Hay que andarse con ojo y verificarlo todo dos veces.
Más información | Las Provincias
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