Según publica hoy mismo Expansión, el Gobierno está estudiando imponer el registro obligatorio de la identidad a los usuarios de teléfonos móviles prepago.
El objetivo sería facilitar las investigaciones a los jueces y a la policía, puesto que los delincuentes utilizan mayoritariamente los móviles de tarjeta para aprovecharse de su anonimato.
Pero a las operadoras no les ha sentado nada bien la iniciativa, pues ven demasiadas dificultades a la hora de implementar el registro y peligro de alteración de la red comercial por la dispersión de la misma, que va desde tiendas de electrónica a grandes superficies, kioskos...
Los clientes no registrados podrían verse obligados a tener que facilitar sus datos incluso antes de efectuar una recarga.
Ahora bien, ¿creerá el gobierno que los delincuentes y los terroristas se pasean y van de compras con su auténtica identidad?
Vía | Expansión