Hacer scroll en el móvil se ha convertido en gesto impulsivo en el que es fácil caer cuando estamos aburridos: lo primero que hacemos es coger el móvil y entrar en alguna red social, como Instagram o TikTok. Lo curioso es que en muchas ocasiones no estamos prestando demasiada atención al contenido que vemos, simplemente hacemos scroll por pasar el rato.
A estas alturas no podemos negar que entrar a nuestra red social favorita y pasar varios minutos haciendo scroll es algo que hacemos por impulso, sin pensar mucho en lo que estamos haciendo: seguro que en más de una ocasión te habrás encontrado en la cola del supermercado o en una sala de espera y habrás sentido la necesidad de sacar el móvil.
A nuestro cerebro le gustan las recompensas
El scroll infinito ha hecho que seguir consumiendo contenidos en las redes sociales sea tan sencillo como deslizar el dedo por la pantalla, lo que contribuye al tiempo de uso de este tipo de plataformas. Pero, ¿qué ocurre exactamente en nuestro cerebro cuando hacemos este gesto tan habitual?
Tal y como podemos leer en un artículo publicado en la BBC, Éilish Duke (doctora en psicología de la Leeds Beckett University) ha explicado que el motivo por el que el móvil es tan adictivo es debido a que el impulso para empezar a utilizarlo es automático: se trata de un hábito que hemos construido con el paso del tiempo y que a día de hoy hacemos de forma automática.
Al tratarse de un gesto automático, en muchas ocasiones no somos conscientes de lo mucho que usamos el móvil. De hecho, Éilish Duke explica que como parte de un experimento se preguntó a los participantes cada cuánto tiempo pensaban que miraban su móvil. La respuesta fue que lo revisaban cada 18 minutos, pero la realidad es que lo hacían con mucha más frecuencia.
Por otro lado, la doctora Ariane Ling (departamento de psiquiatría de NYU Langone) explica que este hábito puede explicarse teniendo en cuenta la naturaleza curiosa de los seres humanos: el scroll en el móvil nos permite acceder a todo tipo de información distinta en unos pocos minutos.
Duke también explica que nuestro cerebro está en búsqueda constante de recompensas. Esto es algo a lo que conocemos como circuito de recompensa, un mecanismo que tiene mucho que ver en el desarrollo de adicciones. La búsqueda constante de estímulos, novedades y experiencias positivas es la que nos hace sumergirnos en las redes sociales.
Aquí entra en juego otro concepto al que se conoce como estado de flujo, que hace que una persona pueda sumergirse en una tarea en particular sin ser consciente del paso del tiempo. Las redes sociales nos proporcionan contenidos nuevos de forma prácticamente automática, por lo que logran captar nuestra atención sin que tengamos que realizar apenas esfuerzo.
Sin duda, es interesante conocer qué ocurre en el cerebro cuando sentimos la necesidad de usar el móvil y acabamos pasando varios minutos haciendo scroll sin prestar demasiada atención. Si quieres limitar el uso que haces de tu dispositivo, tanto iOS como Android cuentan con herramientas para limitar el uso de ciertas aplicaciones y facilitarnos información sobre la forma en la que usamos el móvil.
Vía | BBC
Imagen de portada | Image Creator de Microsoft Designer
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