Llega el calor y la exposición prolongada a los rayos solares hace que peligre nuestra piel si no tomamos suficientes precauciones, incrementando los riesgos de que alguno de nuestros lunares se vuelva maligno.
MoleScope quiere ayudarnos precisamente a detectar estos cambios y para ello utiliza una óptica especial que debemos colocar encima de la de nuestro smartphone, gracias a la cual, a modo de microscopio, es capaz de tomar imágenes de alta resolución de nuestros lunares y pecas.
La idea básica del dispositivo es que podamos hacer un seguimiento en el tiempo de nuestras pigmentaciones e ir almacenando una base de datos con las modificaciones que vayan sufriendo a lo largo de los años.
En caso de detectar alguna anomalía, la aplicación para iOS y Android que gestiona el equipo nos dará la opción de enviar por Internet la captura fotográfica a la plataforma DermEngine, donde un doctor se encargará de analizarla y darnos un primer diagnóstico con el que, si es necesario, deberemos ir posteriormente al especialista.
MoleScope ha sido presentado esta semana en el último congreso de dermatología de Vancouver y se espera que salga a la venta en dos ediciones, una para el consumidor general por un precio de 100 dólares y otra con más funciones de gestión de pacientes enfocada a profesionales de la medicina por 200 dólares.
Más información | MoleScope
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