El número de usuarios de smartphones crece cada día y estos ordenadores de bolsillo, que tan lejos están ya de los teléfonos móviles que iniciaron la andadura hace tantos años, captan nuestra atención cada vez más. El resto de gadgets de nuestro entorno va perdiendo el protagonismo que gana el smartphone, y tanto es así que ya suscita estudios de todo tipo.
Puede que vaya siendo hora de darnos cuenta de que la adicción al smartphone está yendo un paso más allá de lo que muchos esperaban, y que esta nueva pandemia está provocando una serie de regulaciones que van tanto en el sentido de paliarla como en el de adaptarse a ella. Los tiempos de uso del móvil aumentan y la sociedad comienza a evolucionar en consecuencia.
Y ahora, las señalizaciones de tráfico
Lo último que llega para tratar de combatir los riesgos de esta adicción al smartphone llega desde Australia, y es probablemente la más llamativa que hemos conocido hasta ahora pues, si funciona, puede marcar una tendencia a imitar en muchos otros países que ya investigan cómo paliar los accidentes provocados por la falta de atención como consecuencia directa del uso de smartphones en la calle.
Australia, concretamente la ciudad de Sydney, pretende invertir 250.000 dólares en un experimento de seis meses de duración y que tiene que ver con la señalización de tráfico en zonas de riesgo de accidente de peatones, nuevamente a causa del uso excesivo del teléfono móvil. Este experimento consistirá en, atención, colocar señalizaciones luminosas a ras de suelo.
Esta localización tiene sentido si tenemos en cuenta que el problema es que los peatones que consultan el móvil no levantan la vista de la pantalla, y su visión queda limitada a la pantalla del móvil y el suelo, pues nadie lleva el móvil hasta la altura de la cara para seguir pudiendo ver hacia lo que tiene enfrente.
Luces en el suelo
Estas luces de tráfico en el suelo avisarán de cruces de vías y de la presencia de determinados obstáculos, habiéndose fijado ya hasta cinco puntos para su colocación en el distrito de negocios de Sydney. El gobierno australiano se remite a cifras que hablan de 61 muertes de peatones por cruzar calzadas sin prestar atención a la señalización, una cifra que creció un 49% con respecto a 2014.
Los peatones están menos protegidos en caso de un accidente de tráfico, y también son los que más riesgo tienen de resultar heridos de gravedad e incluso de fallecer. Es por ello que necesitamos crear un sistema para las carreteras que las haga más seguras y esto incluye aumentar la seguridad en situaciones en las que pueden no prestar la suficiente atención.
Estas declaraciones del director ejecutivo de Seguridad Vial de Sydney, Bernard Carlon, muestran que nuevamente la sociedad se adapta al problema en lugar de tratar de corregirlo. En este caso, la inversión de 250.000 dólares para instalar esta señalización en el suelo pertenece a una campaña de advertencia de cuyo funcionamiento puede depender que acabe siendo permanente y que se instale en el resto del país.
También la regulación de los selfies
Uno de los comportamientos asociados al móvil que más está cambiando la sociedad es la llegada de los selfies. Los autorretratos siempre han existido pero la moda de las fotografías con las cámaras frontales explotó hace relativamente poco tiempo, tanto que se adoptó el concepto anglosajón de "selfie" como abreviatura de "self portrait" y los móviles han ido cambiando en consecuencia.
El abuso de este tipo de fotografías ha provocado reacciones de todo tipo pero quizá la más significativa haya sido el aumento de muertes por causa directa o indirecta de estas fotografías. Acceder a lugares peligrosos con tal de conseguir el selfie ideal, o no prestar atención a nuestro entorno, ha provocado ya accidentes mortales a lo largo y ancho del mundo.
Morir mientras te haces un selfie ya no es algo tan extraño como puede parecer
Estos accidentes han hecho que algunos países, como Rusia o India, hayan establecido regulaciones concretas y relativas a los selfies. No sólo recomendando especial atención en lugares peligrosos, como hizo Rusia, sino llegando a prohibirlos en determinados lugares turísticos que han sido protagonistas de accidentes de todo tipo.
Multas por andar mirando el teléfono móvil
La peligrosidad de andar mirando el móvil mientras caminamos es evidente. Tanto es así que algunos sitios, como Nueva Jersey, se empieza a poner multas a los propios peatones por considerarse que caminar sin prestar atención, no ya sólo cruzando carreteras sino también por el acerado, es un riesgo para los demás que debe ser regulado.
La medida tomada en Bélgica, sin embargo, fue tan rocambolesca como llamativa. En el país europeo se inauguró un carril exclusivo para peatones, similar al carril bici que ya recorre muchas regiones, y cuyo fin era el de permitir caminar por él a todos aquellos que caminan sin levantar la vista de su pantalla, de modo que no se encontrasen con otras personas con las que poder colisionar.
Estos carriles para "adictos a los smartphones" existen en otros países, como por ejemplo en USA (Washington D.C.) o en China (Chongqing). En la ciudad oriental se construyó un carril, en tono irónico, de unos 50 metros de longitud que buscaba la viralidad y concienciar a los usuarios del peligro de caminar sin levantar la vista del smartphone, tanto para ellos como para el resto de peatones.
¿Un problema inevitable?
Australia no ha sido la primera en probar soluciones basadas en la señalización, por supuesto. En abril, la ciudad de Augsburgo en Alemania instaló un sistema similar con el fin de detener los accidentes de los que ya califican como zombies de los teléfonos. La sociedad evoluciona y la adicción a los smartphones empieza a paliarse, a aceptarse como inevitable.
La prohibición como medida para quienes no prestan atención
Todos estos movimientos que lo que buscan es detener los accidentes a causa de ir mirando el móvil y restando atención al resto de nuestro entorno no hacen sino constatar que estamos ante un problema real, y que la solución es la misma que la que se ha tomado en otras ocasiones. Tratar de advertir y frenar el paso a quienes no demuestran tener sentido común.
Al igual que se colocan vallas de seguridad para que no se crucen las vías del tren a pie, y que se colocan barreras para que no crucemos calles con mucho tráfico e incluso autopistas y autovías, lo siguiente parece ser fijar una serie de normas y avisos para que quienes no levantan la vista del móvil no sufran accidentes. Ni tampoco los causen. El mundo está cambiando.
Vía | Mashable
En Xataka Móvil | Andar mirando el smartphone como deporte de riesgo
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