"No pasa nada si dejas el cargador enchufado después de quitar el móvil", esta afirmación la hemos escuchado multitud de veces. El cargador de nuestro móvil es tan importante como también el uso que hacemos de él: hay un orden "ideal" a la hora de conectar el smartphone a cargar.
Además, existen tres letras que identifican a un buen cargador, un accesorio tan imprescindible como rodeado de ciertas dudas sobre su uso. Ahora nos hemos dispuesto a despejar una de las incógnitas más sonadas: ¿Consume un cargador mientras no carga nuestros dispositivos? Eso es lo que vamos a comprobar.
Sí, tu cargador consume electricidad aunque no esté cargando un móvil
Se habla de consumo fantasma de un cargador cuando genera un gasto eléctrico mientras no está realizando su función. Porque sí, un cargador consume energía incluso si no está cargando nuestro móvil: el culpable, su circuito interno, esencial para transformar el alto voltaje y amperaje de la corriente de casa a la que necesitan los móviles.
Pues bien, esta circuitería no termina de desconectarse totalmente cuando desconectamos el móvil, la tablet, o cualquier otro dispositivo compatible. Una parte pequeña de la energía sigue circulando por la bobina de cobre, y por tanto, generando un ínfimo consumo eléctrico.
Por lo tanto, la afirmación de que no consumen es falsa, eso sí, con un importante asterisco a tener en cuenta: como decíamos, el consumo es irrisorio, casi imperceptible. De hecho, la mayoría de regletas inteligentes capaces de medir su consumo no llegan a hacerlo.
¿Cuánto consume entonces un cargador, por poco que sea? Menos de 100 mW (o 0,1 W), algo que confirma Apple con sus datos técnicos sobre el cargador de los iPhone 14, como podemos ver en la siguiente imagen.
¿Y qué implicaciones en la factura tiene? Si dejáramos un cargador enchufado todo el mes, apenas pagaríamos un sobrecoste en comparación a si no lo hacemos: obviamente dependerá de nuestra tarifa contratada o del precio medio del kilovatio si estamos en el mercado regulado, pero no pasará apenas del céntimo de euro.
Entonces, ¿por qué desconectarlo?
A pesar de que el consumo fantasma del que hablamos es diminuto, no está de más desconectar el cargador cuando nuestro teléfono llegue al 100% (u 80% que es mejor para su batería): a final de mes todo termina sumando. No es el único motivo, que los cargadores al igual que otros dispositivos, tienen una vida útil limitada.
Con cada carga, estaremos desgastando sus componentes, y mantenerlo enchufado los hará trabajar aunque sea bajo mínimos. Y ojo, que hay cargadores de peor calidad que suponen una menor eficiencia, y eso implica un mayor gasto. Aquí entran en juego las recomendaciones de las que habrás oído hablar: comprar cargadores y cables de calidad, a ser posibles los oficiales o certificados.
Una alternativa pasa por usar regletas con interruptores, esas que permiten cortar el paso de la electricidad, en este caso no importaría que el cargador se lleve 24/7 e implica menos esfuerzos que desconectarlo físicamente. O bien, optar por un cargador inteligente: algunos modelos modernos incluyen un modo reposo aún más conservador.
Sea como sea, no rascará mucho en el bolsillo, pero tampoco tenemos motivos para dejar el cargador permanentemente conectado a la toma de corriente. Si quieres maximizar su vida y de paso ahorrarte unos céntimos al cabo del año, pues no está de más.
Imagen de portada | Pepu Ricca para Xataka Móvil
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