Cada vez son más las transacciones que los usuarios realizamos mediante internet, pero las tiendas a pie de calle siguen siendo uno de los pilares básicos de los grandes operadores. Orange tiene una fuerte presencia en las calles españolas, de hecho el 75% de la población tiene una de sus tiendas a menos de cinco kilómetros de distancia, y el paso que está dando ahora es el de la transformación.
Hoy Orange ha presentado su renovada flagship de Madrid, situada en la céntrica Puerta del Sol. Casi 400 metros cuadrados de superficie comercial en la que trabajan 32 personas, dividida en seis "universos": hogar, diversión, bienestar, autónomos y empresas, terminales y dispositivos y atención al cliente. Pero el objetivo del operador va más allá de actualizar sus tiendas más emblemáticas: invertirá 42 millones de euros hasta 2020 en nuevas aperturas y transformaciones.
Con la transformación de la tienda de la Puerta del Sol ya son un total de 46 las tiendas de Orange las que se han renovado en todo España, con el objetivo de alcanzar las 60 para finales de año. El objetivo de esas transformaciones es hacer las tiendas más atractivas, con grandes zonas de demostraciones y exposición de dispositivos y una atención más cercana, con asesores que trabajan con una tablet en la mano y no detrás de un mostrador.
Estrategia omnicanal y segundas marcas
Orange cuenta con más de 70.000 metros cuadrados de superficie destinada a sus cientos de tiendas en España, en los que trabajan 3.150 comerciales, además de 6.000 puntos de venta en comercios no propios. Pero buena parte del peso comercial también lo tienen el teléfono, con 4.000 agentes que responden 48 millones de llamadas al año, y una web con 120 millones de visitas anuales. De hecho, Orange ha revelado que el 80% de los usuarios que visitan una tienda se han informado previamente en su web.
Esas cifras se traducen en empleo, como los más de 1.000 trabajadores del call center con el que cuenta el operador en Oviedo. El foco principal del canal físico es la marca Orange, aunque el operador francés también ha ido introduciendo sus otras marcas (Jazztel, Amena y Simyo) en ciertas tiendas, que permiten que cuando un cliente no está interesado en la oferta de la propia Orange pueda salir de la tienda con otro producto del mismo grupo.
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