El pasado año se cerraba la fusión entre Orange y MásMóvil en forma de Join Venture. Sin embargo, no fue esta la primera vez que la operadora de origen francés vio su nombre vinculado a otra compañía en nuestro país. Y el caso de Wanadoo en los años 2000 es buen ejemplo de ello.
En una época donde no eran tarifas de fibra óptica, sino de ADSL lo que las operadoras ofertaban, ya había mucha competencia por llevarse el mayor número de clientes conectados a Internet bajo su paraguas. En esas que Wanadoo y Amena decidieron unir fuerzas para traer lo que hoy conocemos como Orange. Hasta llegar allí, historias tan curiosas como la que te contamos.
Cuando Orange no era de Orange, sino de Vodafone (y antes fue china)
Wanadoo es parte fundamental de la llegada de Orange a nuestro país. Sin embargo, la historia de Orange como marca no empezó ahí realmente. Ni siquiera en Francia tiene su origen realmente esta marca, pese a existir allí antes de su aterrizaje en España.
Orange es una marca china, británica, alemana y francesa. Y si le sumamos los lugares donde opera actualmente como teleoperadora, nos podríamos ir a una treintena de nacionalidades. Sin embargo, sus orígenes hasta la Orange que conocemos comprenden esas nacionalidades.
En su origen fue creada por la teleco honkonesa Hutchison Whampoa, quien a su llegad a Reino Unido en los años 90 necesitaba una identidad más cercana con su público objetivo. De ahí que en esencia el nombre venga de la traducción de naranja en inglés y no en francés, pese a que sean iguales. Ya acabando la década, en 1999, fue comprada por otra teleco alemana.
Se trataba de la ya extinta Mannesmann AG, la cual solo siguió en pie un año y más hasta acabar siendo absorbida por Vodafone. Sí, la misma Vodafone que conocemos hoy en día y que nada tiene ya que ver con Orange, dado que no tardaría mucho en desprenderse de la marca.
No fue de buen grado, eso sí. Y es que Europa no veía con buenos ojos el poder que estaba aglutinando Vodafone en el terreno de las telecomunicaciones y por el bien de la competencia les pidió liberar marcas. Ahí fue cuando entró en escena la actual propietaria de la marca, France Telécom, la principal operadora de telefonía en Francia y de propiedad pública en la época.
France Telécom, quien tenía su principal mercado en el país galo, operaba en otros territorios. Y a su llegada a España a inicios de los 2000 no utilizaron la marca Orange, sino Wanadoo. Marca que realmente no había nacido para nuestro mercado, sino que había operado en países como Reino Unido.
La unión hace la fuerza: "tú el Internet en casa, y yo el móvil"
En un mercado dónde no asomaban tantos competidores como ahora y Telefónica reinaba en infraestructura y número de clientes, Wanadoo trató de hacerse fuerte como operador de Internet en casa. Sin embargo, las tarifas de Internet y móvil ya empezaban a ser un reclamo y precisamente este segundo punto no era el fuerte de una Wanadoo demasiado especializada en el hogar.
Por otro lado teníamos a Amena como la tercera operadora de telefonía móvil en España por detrás de Movistar y Vodafone. Esta llevaba operando desde 1998 bajo el paraguas de la empresa Retevisión.
En el mismo momento en que Wanadoo se veía falto de una mejor división móvil para nuestro país, Amena carecía de lo propio en el terreno del Internet. Así, France Telécom y Retevisión comenzaron unas negociaciones en 2005 que acabaron llegando a buen puerto y que tuvieron como fruto la compra de la división móvil de Amena por parte de France Telécom. A todo esto, el grupo Retevisión había dejado de ser tal unos años antes para ser parte de AunaCable, grupo que hoy se integra en Cellnex Telecom.
Otras empresas movían ficha en esos años. Véase el caso de ONO y su fusión con Vodafone. Aunque el caso de Wanadoo y Amena fue distinto, ya que no se optó por mantener ninguna de las marcas, sino crear una "nueva": Orange. No hace falta explicar el por qué de las comillas, dado que realmente la marca llevaba viva varios años en otros territorios.
Orange quiso ser Orange, un poco Amena, pero nunca Wanadoo
Que France Telécom quería extender la marca Orange en todo el mundo era una realidad con su llegada a España. De hecho, a la par se estaban rebautizando otras marcas con las que operaba en todo el mundo. Lo que no sabemos es si ya por aquel entonces tenían intención de que ese colorido nombre fuese también el símbolo identificativo de la empresa.
Así, en cada nuevo país en el que llegaba, su marca única y señal identificativa era (y sigue siendo) Orange. Sin embargo, el nombre de France Telécom seguía teniendo protagonismo en su país natal. Hasta 2012, año en el que la compañía comenzó la transición para hacer, ahora sí, que Orange fuese su marca única en todo el mundo. A nivel jurídico y administrativo, sigue existiendo France Telécom, aunque no se explota como marca
En lo referente a Amena y Wanadoo, vivieron caminos muy diferentes en lo que a estas denominaciones se refiere. En 2012 vimos reaparecer Amena en nuestro mercado. Su buen recuerdo en la memoria colectiva parecía suficiente para ser el nombre elegido por Orange para su segunda marca. Y aunque acabó por desaparecer otra vez en 2021, todavía muchos la recordamos.
Sin embargo, peor suerte ha corrido la marca Wanadoo. Su corto recorrido, ya no solo en España sino a nivel mundial, parecen insuficiente para haber dejado huella. Así, no hemos vuelto nunca a ver ni tan siquiera un amago de resurrección. Para siempre quedará en la memoria de los más nostálgicos.