El pasado 5 de junio, en la WWDC 2023 de Apple, se dio a conocer oficialmente iOS 17 y se lanzaron las primeras betas. Por primera vez en muchos años, el calificativo de entusiasta de Apple se me quedaba pequeño, dado que de primeras no tenía la más mínima intención de instalarlo. Y eso que mi compañero Iván me dio muy buen feedback con sus primeras impresiones de iOS 17 beta.
Sin embargo, ya pasando el medio mes de agosto, aquí estoy. La tentación no tardó en aparecer y hoy llevo ya más de dos meses usando en mi iPhone principal la que será la próxima gran actualización de los iPhone. Y no, no será revolucionaria, pero puedo dar fe de que superó con creces mis expectativas.
Sobre el papel, nada remaba a favor para que instalase iOS 17
No voy a negarlo. Mi entusiasmo con iOS 17 estaba muy por los suelos. Cuando vi la presentación, me supo a poco, aunque no lo vi un problema. Siempre me pierdo algún detalle por estar siempre trabajando en la cobertura del evento y no poderme detener en ellos. Más en un año en el que el Apple Vision Pro acaparó todo el protagonismo. Sin embargo, ni siquiera después volviendo a ver la keynote con detalle me cambió esa percepción.
Se juntó con que, leyendo a muchos compañeros del sector e incluso los más entusiastas, ninguno parecía especialmente emocionado ante las primeras betas. Y a esto se le juntó el miedo a que algo fuese mal y tuviese que pasar por caja. No, volver a iOS 16 no cuesta dinero, aunque sí en mi caso.
En otras ocasiones en que las betas me han funcionado especialmente mal, he optado por regresar a la versión anterior. Al fin y al cabo es descargar la IPSW e instalarla mediante un ordenador. En esta ocasión mi problema es que ya no uso una SIM física, sino una eSIM y su duplicado tiene coste.
Que oye, son 5 euros y no me arruinaré por ello. Afortunadamente. Sin embargo, tampoco estaba muy dispuesto a tirar ese dinero sólo por probar una beta varias horas. Aparte, que eso me exigiría acudir a una tienda física de mi compañía. Y aunque no está muy lejos la tienda más cercana, ya me exige conducir unos cuantos kilómetros. Así que vista esta tesitura, creí que lo más inteligente era seguir en iOS 16 de forma estable.
Instalé iOS 17 sin querer (no es broma)
¿Fanboy se nace o se hace? No sé responder a la pregunta de forma genérica, pero sí puedo decir que algo de eso hay en mi interior. Y es que no había pasado ni una semana semana y ya tenía ciertas tentaciones de instalar iOS 17. Y allá que me fui a descargarla.
No obstante, aquello fue un impulso. Enseguida volví a caer en aquellos inconvenientes de la eSIM y que aquel fin de semana además estaba aún más lejos de una tienda que antes. Por tanto, cancelé la descarga cuando aún estaba a medias. Todo esto fue de noche y mi sorpresa fue que a la mañana siguiente tenía iOS 17 instalado en mi iPhone.
¿Cómo? Pues a día de hoy sigo sin saber resolver la cuestión. Tengo dos teorías, a las cuales les doy el mismo porcentaje de validez. La primera es que eso de cancelar la descarga no sirviese porque ya estaba lo suficientemente avanzada (también podía ser un bug, de iOS 16 en aquel caso). La otra teoría es que aquella noche estuviese ya muy somnoliento y realmente ni siquiera cancelase la actualización. Si ya soy despistado de forma habitual, con sueño lo soy mucho más.
La estabilidad es la clave de todo
Ya entrando en mi experiencia propiamente dicha, debo reconocer que prácticamente nunca he sido consciente de estar en una beta. Desde aquella primera beta hasta la última que tenemos a mediados de agosto. No quiero decir por ello que recomiende su instalación a todo el mundo, ya que al final no se puede garantizar la plena estabilidad en todos los casos, pero en el mío ha sido así.
Imagen: Apple
Cierto es que hay algunos bugs que todavía permanecen, pero no son graves. El más tedioso es uno que hace que el campo de texto desaparezca en apps como Telegram. Aunque tengo la sospecha de que era más cosa de los desarrolladores de esas apps, que del propio iOS 17. De hecho, de una semana a esta parte no recuerdo haberlo vuelto a experimentar.
Sí es cierto que en la primera beta experimenté un pequeño crasheo sin estar ejecutando ninguna tarea especialmente conflictiva. Pero fue al inicio, ya que después no he vuelto a experimentarlo. Quizás lo más grave sea cómo aumenta la temperatura con relativa facilidad, pero que es algo al final propio también de la época veraniega y que, en ningún caso, me ha llegado a resultar problemático.
Por tanto, en este sentido acabo gratamente sorprendido de que una beta funcione mejor que muchas estables. Y con esto no miro a nadie (ejem, iOS 16).
La batería tiene sus días, pero en general sorprende (para bien)
No voy a mentir: la autonomía se resiente más que en iOS 16. Y eso sí que es un punto a valorar, aunque sea lo más habitual en una beta. Ahora bien, dejando claro este punto de partida, debo también reconocer que es de las versiones beta que mejor lo está gestionando. Es decir, que pierdo, pero no mucho.
Aun teniendo la salud de batería al 83%, iOS 17 está cumpliendo bien
Si bien este es un elemento un tanto complejo de medir, dado que depende del uso que le dé al iPhone y la beta en cuestión, por norma general suelo llegar al final del día sin problema. Tengo un iPhone 13 Pro Max, que eso también ayuda, pero cuya salud de batería está ya al 83% y que ya con iOS 16 no pasaba de la jornada de uso.
Sí es cierto que en las dos primeras betas me costaba bastante más llegar al final del día. Tanto que en alguna ocasión lo llegué a cargar dos y hasta tres veces. Pero insisto en que fue en aquellas primeras. Tras la tercera, sólo en algunos días contados de uso muy intensivo he tenido que pasar por el cargador (algo que sucedía también con iOS 16).
Escasas novedades, aunque más útiles de lo que pensaba
No voy a pararme a detallar todas y cada una de las novedades de esta versión (para eso ya hemos publicado otros post). Sin embargo, sí diré que las pocas funcionalidades que trae me han resultado muy útiles. Y empiezo por la que quizás haya copado menos titulares: AirDrop.
No me refiero a ‘NameDrop’ ni a nada relacionado con los contactos. No. Hablo de las mejoras en velocidad al compartir archivos entre dispositivos. Más allá de que ahora el proceso en sí es más ligero y automático, siento que tarda muchísimo menos. Diría que en prácticamente todas las versiones de iOS últimamente se ha dicho que mejora la velocidad, pero jamás lo noté tanto como ahora.
Otra de mis novedades favoritas es que las mascotas ya no son anónimas con iOS 17. Me refiero a que la app ‘Fotos’ ya distingue a nuestras mascotas por su nombre si así lo configuramos. Y yo, que no paro de fotografiar a mi perro y a los de mis amigos, me encanta poder diferenciarles en mi galería para así localizarles de forma más rápida. Sorprendido, además, de lo bien que aplica Apple la inteligencia artificial aquí.
En general, debo reconocer que me siento plenamente satisfecho de haber instalado iOS 17, pero... No la recomiendo. De hecho, salvo en contadas excepciones que dependen de la otra persona, jamás me leerás recomendar una beta. No quiero hacerme responsable de esta decisión y que a mí me haya ido bien no garantiza que a otros también, por lo que te lo desaconsejo si no tienes un iPhone secundario y tener esta beta en tu iPhone principal puede suponer un problema en caso de mal rendimiento.
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