Estamos viviendo una transición en el mercado móvil hacia teléfonos que comparten una serie de características que hasta hace poco no se veían de forma muy regular, a la vez que se incorporan tendencias nuevas al sector. Los teléfonos están adoptando la inteligencia artificial como algo cotidiano, la muesca o 'notch' en la pantalla invade los catálogos de los fabricantes y ahora parece que el cristal es el nuevo metal.
Pero los servicios técnicos no sólo se ocupan de reemplazar los componentes externos sino que también se fijan en el interior. Cuando un teléfono se estropea no significa necesariamente que se nos haya caído al suelo. Tal vez sea la cámara, tal vez la batería, de ahí que el índice de reparabilidad influya, pues es el que marcará el dolor de cabeza que sufrirán los que se encargan de poner a punto los teléfonos. En el caso del Galaxy S9 Plus, no será muy sencillo.
De nuevo la pantalla, de nuevo la batería
iFixit lleva años analizando teléfonos móviles, desmontando sus tripas y volviéndolas a montar para así establecer un estándar en cuanto a resultados. Una sencilla nota numérica, con sus correspondientes anotaciones en texto, que define cómo de complicado es reparar un teléfono móvil. Una nota que va de 0 a 10 y que para el Samsung Galaxy S9 Plus, el último en pasar por su laboratorio, es de un 4.
Esta nota no es nueva para Samsung, el Galaxy Note 8 obtuvo una nota similar meses antes. En aquella ocasión, la pantalla protagonizaba la lista de "quejas" en cuanto a las posibilidades de reparación de la nueva pantalla gigante de los coreanos, aunque también había apuntes acerca de su batería, inundada por una importante cantidad de pegamento, lo que hacía complejo extraerla del teléfono una vez abierto.
Con el Samsung Galaxy S9 Plus, iFixit encuentra problemas similares a los del Note 8. Hace falta disolvente para lograr arrancar la batería de la estructura del teléfono y la descripción de lo que es necesario para extraerla de iFixit no tiene desperdicio: "mucho calor, una palanca, un extintor, un cubo de arena y nervios de vibranium". Las menciones al Reino de Wakanda siempre son estimulantes.
El resto del teléfono se desmonta con cierta facilidad, aunque con la pantalla nos hemos topado. Extraerla del marco también requerirá de la aplicación de calor, y de algunas herramientas específicas para ello. Así que un cuatro sobre diez en total. Mucha suerte si os animáis a hacer alguna modificación por vuestra cuenta pues este Galaxy S9+ requerirá de más pericia de la habitual. Lo mejor será, aquí y en casi todas las ocasiones, dejarlo en manos de profesionales.
Vía | iFixit
En Xataka Móvil | Del SH-100 al Galaxy S9: 13 teléfonos clave para los 30 años de Samsung en el móvil
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