Telegram empezó a ser bloqueada en Rusia la semana pasada tras varias peticiones del gobierno del país para que cediera sus llaves de cifrado. Los dirigentes rusos quieren acceder a los mensajes de Telegram y su CEO, Pavel Durov, ha llevado su negativa y su compromiso con la privacidad hasta las últimas consecuenias.
El bloqueo de Telegram, ordenado por el Roskomnadzor (el Servicio Federal para la Supervisión en la Esfera de las Comunicaciones, las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones Masivas), ha traído consecuencias inesperadas: ahora Google confirma a TechCrunch que han recibido informes que confirman que sus usuarios en Rusia están teniendo dificultades para acceder a sus servicios.
El mismo Roskomnadzor ha anunciado en VKontacte y también en su página oficial de Facebook (no es broma) que, tras haber confirmado que Google no ha cumplido con sus requisitos y seguía permitiendo a Telegram usar sus direcciones IP para que continuara funcionando, también procedía a bloquear dichas direcciones de la empresa norteamericana. Esto ha provocado que numerosos servicios de Google queden actualmente inaccesibles por sus usuarios en Rusia.
Por lo que Google ha explicado por correo, algunas de sus aplicaciones afectadas por su inclusión en el registro de información prohibida podrían ser Google Search, Gmail y las notificaciones push para las aplicaciones Android. El Servicio Federal ruso ha bloqueado 18 millones de direcciones IP y TechCrunch asegura que docenas de servicios de terceros se habrían visto afectados: Google Cloud, Twitch, Spotify e incluso los servicios web de Amazon AWS, cuyos responsables aún no han confirmado ni desmentido la información.
La tecnología que usa Telegram le permite saltar a nuevas direcciones IP cuando una de las habituales es bloqueada y, por tanto, muchos usuarios de Telegram en Rusia siguen usando el servicio sin problemas. Eso es precisamente lo que el gobierno ruso intenta impedir, bloqueando IP's sin descanso y afectando a todo aquel servicio que sea necesario.
En medio de todo el jaleo, el CEO de Telegram Pavel Durov sigue reivindicando el derecho de Telegram y sus usuarios a la privacidad. La última de sus reivindicaciones en su llamada "resistencia digital" ha sido una performance muy llamativa: convocó a una hora concreta a todos los rusos para que hiciesen volar un avión de papel (icono de Telegram) desde las ventanas de sus casas.
Una imagen muy potente y bonita, especialmente porqué recordó que era el Día de la Tierra y que luego cada uno debía recoger el avión lanzado.
Vía | TechCrunch
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