El iPhone de Apple tiene un valor innegable: ha conmocionado a la industria de la telefonía móvil. Cada vez que algún fabricante lanza un nuevo dispositivo, sobre todo si se trata de alguno táctil, se le compara con el terminal de Apple. Desde su lanzamiento, mucha gente esta esperando que surja un iPhone “killer”, un dispositivo que ensombrezca y relegue al olvido al iPhone.
La verdad es que el iPhone “killer” ya existe. Se puede adquirir en España y en otros países con contrato o libre. Pero antes de desvelaros donde encontrar a este autentico “matador”, tenemos que revisar algunos mitos y tópicos sobre el iPhone.
La interfaz y el uso intuitivo
Se suele decir que la interfaz del iPhone es lo mejor que se ha visto hasta ahora. Los iconos son grandes, claros, con bastante espacio entre ellos y basta una pulsación sobre la pantalla para ejecutar un programa. Por el contrario, con otros móviles de pantalla táctil es necesario tocar dos, o incluso más, veces la pantalla para lanzar una aplicación o seleccionar una opción.
En un móvil con teclado se utilizan interfaces orientadas a enfoque, es decir, primero se selecciona un elemento y después se ejecuta. Pueden asociarse elementos a las teclas para conseguir una ejecución con una sola pulsación, pero estamos limitados por el número de teclas disponibles y el usuario tiene que conocer o ver en pantalla esas asociaciones. El interfaz del iPhone no esta orientado a enfoque, selección y ejecución van unidas de la mano, mejor dicho, del dedo.
Rapidez y estabilidad
El iPhone es muy rápido para ejecutar los programas y tiene un sistema operativo estable, no sufre “cuelgues”. Aunque se le critica mucho que no tiene un sistema operativo multitarea, en realidad el iPhone si que es multitarea. Mientras ejecutamos cualquier programa el móvil esta ejecutando toda la pila de telefonía que nos permite recibir llamadas o un SMS. El modo “ipod” también es una buena muestra de su capacidad multitarea.
Los programas de terceros para el iPhone pasan por un control previo en la App Store que, teóricamente, asegura su estabilidad y rapidez. Sin embargo, inexplicablemente, es posible adquirir e instalar programas en la App Store que afectan a la estabilidad del iPhone.
El sistema operativo del iPhone no permite la ejecución de aplicaciones en segundo plano, es decir, abrir varias aplicaciones que funcionen de manera simultanea. Esta característica influye enormemente en la velocidad y en la estabilidad del terminal. Es como si en nuestro ordenador solo pudiésemos usar programa, teniendo que cerrarlo de forma obligatoria para poder usar otro programa distinto. Si usamos un iPhone con programas obtenidos de otras fuentes distintas de la App Store, podemos acceder a aplicaciones bastante atractivas pero aumenta el riesgo de mal funcionamiento del terminal.
App Store y las aplicaciones
La tienda de aplicaciones para el iPhone, la App Store, es todo un éxito. Ya existen cerca de 10.000 aplicaciones disponibles y algunos autores se han hecho de oro vendiendo sus programas para el iPhone. Creo que la App Store, como medio sencillo de comprar y vender software, es uno de los mayores aciertos del iPhone que otros fabricantes deberían adoptar.
La verdad es que plataformas como Palm o Windows Mobile tuvieron en su día auges similares, aunque no tan rápidos, numerosos ni centralizados. Los programadores se volcaron en crear para las PDA, la gran revolución de la época. El número de aplicaciones disponibles no indica el éxito de una plataforma, lo verdaderamente importante es la calidad de las mismas. De hecho, tener que elegir entre 47 programas distintos para conocer la previsión del tiempo, puede ser bastante confuso para el posible comprador. Si la App Store sigue a este ritmo de incorporaciones, es seguro que los programadores tendrán mucho más difícil conseguir un éxito de ventas. La imposibilidad de ejecutar un programa en segundo plano es un tremendo impedimento para programas más útiles y complejos que los que ahora mismo pueblan la App Store.
El verdadero iPhone “killer”
Ningún fabricante conseguirá jamás igualar o superar el iPhone. No es una cuestión de hardware, de interfaz o de sistema operativo: es todo el conjunto, habría que hacer todo lo que ha hecho Apple con el iPhone.
El verdadero y único iPhone “killer” es el propio iPhone. Las innovaciones que ha supuesto el iPhone cierran muchas puertas a Apple respecto a su futuro como plataforma. No es fácil incorporar un teclado sin modificar la interfaz y romper la compatibilidad de las aplicaciones que ya existen. Tampoco es nada sencillo añadir la capacidad de ejecución en segundo plano sin afectar a lo que ya está hecho. No se puede abandonar el control previo de la App Store si se quiere garantizar la estabilidad del iPhone. Tampoco puede rechazar, sin crear desanimo entre los desarrolladores, la entrada en la tienda de aplicaciones que cumplan las normas establecidas.
Pese a todo, Apple es Apple. Puede salvar todos estos inconvenientes, que ella misma se ha creado, haciendo borrón y cuenta nueva. Un nuevo iPhone, con un nuevo sistema operativo es una opción bastante probable para seguir innovando. Y algunos, hasta se lo pasarían por alto. Mientras tanto, por favor, que nadie siga buscando comparaciones imposibles.
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