Los despliegues de fibra óptica hasta el hogar en España avanzan a un ritmo nunca visto. Mientras Movistar, la líder en este sector con un 95% de cuota de mercado, prevé acabar el año con 10 millones de hogares, oficinas y locales comerciales conectados Jazztel espera tener pasados tres millones de hogares. Por su lado Vodafone seguirá con un despliegue conjunto con Orange para llegar hasta dos millones de hogares, a los que se suman los más de siete millones a los que llega el cable, que no fibra, de ONO.
Pero este fuerte ritmo de inversión en el despliegue de redes de fibra, que dicho sea de paso beneficia a la economía del país, podría frenarse en seco o reducirse en gran medida. Y es que según Expansión la CNMC podría anunciar hasta de final de año una nueva regulación que obligaría a Movistar a abrir su red de fibra a sus rivales, lo que podría beneficiarnos por una mayor competencia en precios pero desincentivaría las inversiones de todas las partes implicadas.
Larga espera para una nueva regulación
La actual regulación sobre los mercados 4 y 5, de Banda Ancha fija, data de 2009, cuando aún los despliegues de fibra óptica hasta el hogar eran muy escasos, siendo Movistar la que empezaba a ver en este nuevo tipo de red una clara oportunidad. Por entonces la antigua CMT decidió que Movistar debería permitir el acceso a dicha red a sus rivales, pero únicamente pudiendo ofrecer conexiones con hasta 30 Mbps de descarga.
Dicho límite unido a los precios mayoristas establecidos, que aunque orientados a costes no son lo suficientemente atractivos para el resto de operadores, provocó que a los rivales del ex-monopolio no les quedase otra que iniciar sus propios despliegues. Los únicos operadores con capacidad para responder a la fibra de Movistar eran los operadores de cable (ONO, Euskaltel, R y Telecable), por lo que a Vodafone, Orange y Jazztel no les quedó otra que invertir, aunque sus despliegues no comenzarían con fuerza hasta 2012-2013.
Por tanto llevamos ya más de cinco años y medio con una regulación que se quedó desfasada hace tiempo. En su día el límite de 30 Mbps de descarga podía no parecer demasiado bajo, aunque por entonces Movistar ya ofrecía 50 Mbps, pero sobre todo lo que ha cambiado es la situación del mercado. Ahora ya son unos cuantos los que pueden elegir entre distintas redes de nueva generación (ya sea fibra o cable) a la hora de contratar una conexión a Internet para su hogar.
Pero esa posibilidad de elección creciente ha llegado gracias precisamente a una regulación que ha incentivado las inversiones de los rivales de Movistar. Y es que recordemos que la red de cobre si es una herencia de la época del monopolio en las telecomunicaciones fijas pero no así la red de fibra, pagada en gran parte por una Movistar convertida en empresa privada. De ahí las razones para no haber abierto la fibra del operador de par en par a cualquier operador como si se hace con la red de cobre.
Una nueva regulación desconcertante
Hecho el análisis de la regulación actual y de las razones que la motivaron toca pensar en la nueva regulación que ya debería haber llegado, pero que con la integración de la CMT en la CNMC se ha venido retrasando en el tiempo. Pero según nos cuenta hoy Ignacio del Castillo en su blog en Expansión la nueva regulación podría dar un vuelco importante al mercado de la Banda Ancha fija de nueva generación en España.
Según el mismo periodista la CNMC publicaría antes de final de año una nueva regulación que obligaría a Movistar a abrir su red de fibra a todos sus rivales. Para ello se establecería un precio mayorista, a pagar por sus rivales, aunque se podrían establecer diferencias en las condiciones del acceso a la red según la zona geográfica y su competencia actual en redes de nueva generación.
Lo que parecería una gran noticia, todo operador que quiera ofreciendo conexiones de fibra compitiendo en precio, no lo es tanto. Si el precio fuese lo suficientemente atractivo para los rivales de Movistar cualquiera podría aprovechar la red de esta para ofrecer sus servicios, desincentivando claramente la inversión en redes propias.
En resumen, la actual construcción de tres redes de FTTH en paralelo de las que disfruta España (Movistar, Vodafone-Orange y Jazztel) se vería frenada en seco, por un lado para Movistar por no suponer una ventaja competitiva ante sus rivales al poder acceder estos a ella y por otro porque sus rivales ya no se verían obligados a construir sus propias redes.
CNMC, por favor, no lo hagas
Se de sobra que Movistar no cuenta con una imagen muy favorable entre la mayoría de los usuarios pero si algo ha hecho bien ha sido ser la primera en apostar claramente por la fibra, a pesar de contar con la mayor red de cobre del país. Obviamente detrás de esa apuesta hay razones empresariales, como la mayor fidelidad de los clientes de fibra o una capacidad de inversión que no tienen otros operadores, pero el despliegue de FTTH de Movistar y la actual regulación han provocado que los Vodafone, Orange o Jazztel se vean obligados a invertir si no querían quedar atrás.
Habrá quien defienda la apertura de la red de fibra de Movistar, por ejemplo los que creen innecesario la construcción de varias redes paralelas, pero en la mente de todos debería estar el previsible frenazo que supondría dicha medida. Ya no es que Vodafone, Orange y Jazztel puedan acceder a la fibra de Movistar, es cualquier operador incluso sin presencia actual en el mercado de Banda Ancha fija podría entrar a este mercado.
Y con ello no quiero decir que la competencia no sea buena, solo hay que ver como han revolucionado el mercado móvil los virtuales, pero este mercado es muy distinto. Con todo operador que quisiese con la fibra de Movistar a su disposición los precios bajarían, pero aquellos usuarios sin acceso a la red de fibra podrían esperar sentados tranquilamente a que algún día les llegase.
Es por ello que personalmente yo lo tengo claro, señores de la CNMC, por favor, no habrán la red de fibra de Movistar a todos sus rivales.