Las notificaciones de tu móvil: esas acompañantes malditas

No falla: tienes tu flamante smartphone nuevo (o no tan nuevo) y comienzas a instalarte cosas. Algunas vitales para estar completamente conectado: que si el Whatsapp, la app de Facebook, Twitter (ya sean las oficiales o algunas mejores). A eso le agregamos los "juegos sociales", y otros servicios que tienes porque te gusta tener de todo en tu móvil. Pero con esto nos viene un temible acompañante: Las notificaciones.

Os lo voy a decir muy claro: las notificaciones es lo más parecido al infierno que tiene tu móvil. Es una cosa muy útil, sí. Pero en pequeñas dosis. ¿Cuantas veces habéis tenido que apagar el móvil o instalaros una app para silenciar las notificaciones para que tuviérais algún respiro? Las notificaciones gastan batería, datos y lo que es casi más importante: tu tiempo.

No niego yo que las notificaciones no sean útiles. Lo son... ¿pero todas? ¿De verdad necesitas saber el momento exacto en el que un amigo ha comentado la más recóndita de tus fotos en Facebook o si fulanito ha favoriteado tu último tuit o una recomendación en alguna otra app?

Consejos para que las notificaciones no te dominen

• Que el móvil no mande sobre ti: desactiva todas las notificaciones (y la sincronización) de aplicaciones que no uses normalmente. Al estar periódicamente buscando y sincronizando se produce un gasto inútil de datos y batería.
• Desactiva también las notificaciones de los juegos sociales... Triviados, Apalabrados y demás juegos siempre pueden esperar.
• Si trabajas o estás bastante tiempo delante de la pantalla de un ordenador probablemente no necesites que el móvil replique lo mismo que puedes mirar en cualquier momento.
• Sé muy minucioso con las notificaciones que envía cada aplicación: Prioriza lo que necesitas saber o estar más pendiente. Probablemente un mensaje privado/directo sea más importante que una mención o comentario en tu muro.
• Haz prueba y error con cada aplicación. Estate un par de días probando diversas configuraciones hasta hallar la que creas más conveniente para tus necesidades.
• Esto es una mera cuestión psicológica. Si recibes una notificación mientras estás realizando alguna tarea ineludible, estarás más pendiente de ese turno en Apalabrados o de responder a ese mensaje que de acabar tu tarea.
• Con las notificaciones que decidas conservar establece un sistema de tonos y vibración. Algunas (las menos) serán fundamentales que te enteres enseguida, de otras será más secundario (las cuales puedes poner incluso en silencio).
• En este sentido piensa mucho en los modos que tiene cada aplicación para avisarte: tono, luz, vibración, silencio, ventana emergente... Si de una aplicación recibes muchas notificaciones pero poco importantes no gastes batería a lo tonto.

Yo mismo he aplicado estos mismos consejos y os puedo decir que yo, que normalmente me distraigo con cualquier cosa, he conseguido estar horas sin mirar el móvil nada más que para comprobar la hora. Con lo que consigo ahorrar en tiempo, batería... en todo. Y vosotros ¿cómo tenéis configuradas vuestras notificaciones?

Imagen | Johan Larson