Ya nadie se acuerda de cuando pagábamos incluso más de 20 céntimos por minuto en las llamadas desde el móvil. A 2017 todos los operadores ofrecen llamadas a 0 céntimos por minuto, pagando un establecimiento de llamada de 18 céntimos mínimo, y las tarifas con llamadas nacionales ilimitadas corren como la pólvora, llegando a ofrecerse incluso por menos de diez euros al mes.
Pero si la última propuesta de la CNMC sale adelante podremos ver tarifas todavía más baratas. Los precios de terminación móvil son los que un operador cobra a otro por las llamadas que acaban en su red y ese concepto lo quiere tocar el regulador para bajarlo en un 40%, rebaja que los operadores podrían trasladar a sus tarifas.
Desde el 1 de julio de 2013 los operadores se cobran entre sí 1,09 céntimos por minuto de llamada acabada en su red, dirigida a uno de sus clientes. El precio, regulado, había ido bajando de manera escalonada, desde los cuatro céntimos de 2011, a la vez que se igualaban para todos los operadores, ya que inicialmente el precio de terminar una llamada en Yoigo era mayor para beneficiar su entrada en el mercado (algo que llevó a que algunos de sus rivales cobrase más caras las llamadas a Yoigo).
Tras cuatro años sin tocar ese concepto, ahora la CNMC propone rebajarlo a 0,65 céntimos por minuto. Esta medida, que afecta tanto a operadores con red como virtuales, no afectaría en gran medida a las cuentas de las compañías, ya que la disminución de ingresos por llamadas terminadas en sus clientes se vería compensada por el ahorro de costes en las llamadas de sus clientes que terminen en otros operadores.
Los últimos beneficiados de la propuesta seríamos los usuarios, ya que al costarle menos las llamadas a los operadores, ese ahorro se podría trasladar a los bonos de llamadas. Podría. De momento la CNMC ha abierto una consulta pública de dos meses y salvo sorpresa mandará su propuesta a Europa para su aprobación antes de finalizar el año.
Foto de portada | Niekverlaan
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