De vez en cuando toca sumergirse algo más en la industria de los smartphones, escarbar para ver qué hay bajo la superficie de los teléfonos, las presentaciones, las aplicaciones y los sistemas operativos. Los entresijos de las propias empresas aportan también información muy útil sobre cómo funciona el sector, y más aún cuando nos adentramos en el océano de las patentes.
Precisamente en este océano es donde Samsung anda ahora bastante liado pues le ha surgido una nueva polémica que aparentemente no se vio venir, y que ahora lo mete en una demanda frente a Tessera Technologies. En el centro de la misma, los semiconductores montados en el Galaxy S6, Galaxy S7, Galaxy S8 y Galaxy Note 8. Y seguramente haya más. Todo, como decimos, a causa de las patentes.
Licencias caducadas
Todo el problema en el que se ha metido Samsung con Tessera Technologies tiene que ver con una serie de licencias, 24 de las más de 1.300 que Tessera tiene en cartera, y que influyen de forma directa en cómo funcionan algunos de los semiconductores que Samsung emplea en sus dispoitivos. Concretamente, así lo referencia su licencia, en casi todos los flagships desde el Samsung Galaxy S6 del año 2015.
Según hace referencia la demanda, Samsung tendría la licencia de uso de estas 24 patentes de Tessera hasta finales del pasado año 2016, fecha en que caducó el acuerdo entre ambas compañías y que, al menos hasta el día de hoy, nunca se renovó. Por tanto, Samsung ha de hacerse cargo del pago de la infracción por los teléfonos que aún tiene en activo, Galaxy S6 incluido y, por supuesto, el reciente Note 8 que lleva poco en circulación.
Las 24 patentes cuyo uso se está infringiendo por parte de Samsung, lo que declara Tessera previo a la dictaminación del juez, tienen que ver con cómo se encapsulan los propios semiconductores de Samsung, desde procesadores hasta memorias y sensores de cámaras. Precisamente estos últimos también están implicados pues hay patentes relativas al análisis de la imagen directamente relacionadas con las cámaras.
Creemos que [el acuerdo expirado en 2016] esto representa el uso continuado de nuestras tecnologías patentadas sin autorización, y sin pagarnos una compensación justa por ello.
Las declaraciones de John Kirchner, CEO de Tessera, van precisamente por este sentido. En primer lugar recalca que ambas compañías han colaborado sin problemas desde el pasado 1997 hasta 2016, y también exige una compensación por el uso sin licencia de las distintas patentes incluidas en la demanda.
¿Trolls de patentes?
Así denominan a Tessera Technologies en bastantes medios especializados de la industria, toda vez que se considera troll de patentes a aquella compañía especializada en patentar tecnologías para obtener beneficios en forma de licencias, pero no para explotación propia. Siendo además, como les denomina en analista Roy Kaller en 100e6, "expertos intimidadores y litigadores".
Desde su nacimiento en 1990, Tessera ha empleado muchos más recursos en diseñar y obtener patentes que en explotarlas por sí mismos. De hecho, según consideran en Forbes, más del 90% de sus ingresos provienen directamente de estas licencias. Licencias concedidas a clientes entre los que se encuentran Intel, Texas Instruments, SK Hynix, Micron y la propia Samsung.
De hecho, casi desde su nacimiento, Tessera ha ido acumulando pagos periódicos de distintos actores de la industria como parte de los juicios ganados contra éstos. Entre los más remarcables encontramos a Powertech, que pagó 196 millones de dólares a los americanos, o a Amkor Technology con 155 millones de dólares. Ambas compañías siguen pagando royalties como resultado de estos litigios.
Tessera atesora en estos momentos más de 1.300 patentes en Estados Unidos, aunque la cifra aumenta hasta casi 3.000 si se tienen en cuenta las solicitadas y pendientes de tramitación. Cabe decir, por otra parte, que la solicitud de una patente no garantiza la obtención de la misma. Aunque esas más de 1.300 ya hacen que la compañía obtenga ingresos superiores a los 150 millones de dólares anuales.
Sin duda parece un duro competidor, toda vez que su actual CEO interino, Richard S. Hill, ex-CEO de Novellus, ya vive retirado después de la venta de su anterior empresa por más de 3.000 millones de dólares y dispone de todo el tiempo del mundo para gestionar la cartera de patentes de la compañía. Seguramente el juicio contra Samsung vaya para largo, iremos tomando asientos.
Vía | EETimes
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